El corazón del presbiterio diocesano latía al unísono en Baeza, lugar en el que cada año se celebra la fiesta en honor a San Juan de Ávila, patrón del clero español y Doctor de la Iglesia.
Convocados por el Obispo, gran parte del clero de la Diócesis se reunió en la Catedral de la Natividad de la ciudad patrimonial para compartir la Mesa del Altar. Junto con el Prelado jiennense, Monseñor Chico Martínez, se dieron cita el Obispo emérito, Don Amadeo Rodríguez Magro y el Obispo de Zimbabue, Don Rudolf Nyandoro.
Es, además ésta, la jornada elegida para celebrar el 25, 50 y 65 aniversario de la ordenación sacerdotal del presbiterio de la Diócesis. La celebración eucarística, que estuvo asistida por los seminaristas, contó con la participación en las lecturas de familiares de los sacerdotes que más tarde iban a ser homenajeados. El Evangelio lo proclamó, D. Melitón Bruque, que celebraba medio siglo de entrega a la Iglesia.
Al concluir la Santa Misa, todos se dirigieron hasta la capilla del Maestro Ávila, para allí entonar al unísono el himno del Apóstol de Andalucía. Después, los sacerdotes acudieron hasta el paraninfo de la antigua universidad de Baeza, la que creó San Juan de Ávila, para asistir a la lección magistral sobre el patrón del clero español, que este año estuvo a cargo del Dr. D. Alberto García Coronado, delegado Episcopal de Medios de Comunicación de la Diócesis de Cuenca. El sacerdote reflexionó sobre “La renovación pastoral a la luz de las enseñanzas de San Juan de Ávila”, señalando la vigencia del ministerio avilista para la actual realidad pastoral.
Tras los homenajes y reconocimientos por los aniversarios sacerdotales, finalizó la jornada con una comida en el hotel puerta de la Luna.